2020: el año definitivo para los coches eléctricos

Muchos expertos comienzan a señalar la posibilidad de que el año 2020 sea el del impulso definitivo para los coches eléctricos. Parece que, por fin, se democratizará la electrificación en el mundo del automóvil. ¿Qué factores son los que, en teoría, ayudarán a eso? Aquí, en el blog de Litio Solar, lo analizamos.

Factores para el impulso de la electrificación en el sector del automóvil

¿Por qué cada vez se antoja más necesario actuar rápido? El tiempo para crear un mundo sostenible corre ya en nuestra contra. Uno de los aspectos que más ha llevado a moverse con urgencia es el exponencial crecimiento demográfico que estamos viviendo. Se calcula que para mediados de siglo el 70 % de la población mundial se concentrará en megaurbes con más de 100 habitantes. Eso en poco más de 30 años. Podemos imaginarnos, entonces, lo que sucederá dentro de 100 o 200 años. Por eso, la urgencia es máxima. Otros factores son los siguientes:

Las emisiones, aspecto primordial 

El próximo 1 de enero de 2020 entra en vigor el nuevo reglamento sobre emisiones de CO₂ que la Unión Europea impone a sus integrantes. El desarrollo sostenible empieza a ser una realidad y algo tiene que decir el sector del automóvil al respecto. De hecho, la implantación definitiva del coche eléctrico será muy importante para cumplir el plan de Desarrollo Sostenible (2030) de cara al 2030. Un trato que ha sido firmado por casi 200 países de todo el mundo. Otra manera más de contribuir a hacer, entre todos, un planeta más sostenible. Las nuevas normas indican que no se podrá superar los 95 g/km de CO₂. El fabricante que se pase de ese límite estipulado deberá pagar 95 euros por cada gramo de más que esté por encima y multiplicarlo por el número de coches eléctricos totales que se hayan sido vendidos en países pertenecientes a la Unión Europea. 

Sensibilización de la sociedad 

Uno de los aspectos que más se viene trabajando en los últimos años. Y es que sin la concienciación de potenciales consumidores sería imposible que todas estas iniciativas saliesen adelante, entre ellas la propia electrificación definitiva del automóvil. Cerca de un 15 % de emisiones globales de dióxido de carbono son producidas por transportes tradicionales. Esta idea está calando, por fin, en la sociedad. Necesitamos afrontar todo esto y, para ello, la sensibilización de la sociedad sobre desarrollo sostenible y el posicionamiento –cada vez más extendido- sobre el cambio climático, se antojaba como indispensable. Una vez logrado este punto, lo esencial era que madurara la propia tecnología involucrada en el sector. De esta manera, se pueden llegar a hacer coches de similares características técnicas y a un precio también similar.

Tecnología adaptada a los nuevos tiempos

 En relación a lo que acabábamos comentando en el punto anterior, dos aspectos son fundamentales: las baterías y la mayor autonomía en los coches eléctricos. Tras un largo y necesario periodo de pruebas para buscar nuevas mejoras, parece que los coches eléctricos están llegando, por fin, a su madurez tecnológica. En gran medida, gracias a las baterías de ion litio que se han incorporado con éxito procedentes del sector de los teléfonos móviles. Por su parte, la autonomía ha ido creciendo exponencialmente desde que hace diez años se consiguiese superar la barrera de los 100 kilómetros. Para el año 2020, superarán ampliamente los 500 kilómetros de autonomía, suficiente para hacer viajes largos sin necesidad de parar a cargar las pilas. La evolución es clara, ¿verdad?

Los precios, cada vez más cerca

Todas esas mejoras tecnológicas y la llegada de nuevos competidores permiten que los precios se hayan equiparado entre los vehículos convencionales y los eléctricos. Además, si las ventas van creciendo a lo largo del próximo año, los precios todavía irán bajando más. Ahora mismo solamente existe un aspecto que pudiese desviar o frenar esa tendencia: el aumento de precio en algunos de los materiales imprescindibles para la creación de las nuevas baterías de ion litio, como el propio litio o el cobalto. Otro aspecto que influye en el precio es que el de los coches diésel van a subir. ¿Por qué? Porque la nueva norma obliga a que se incorporen catalizadores especiales para los coches con motor diésel de nueva generación. Asimismo, en muchos modelos existentes se requerirá instalar sistemas con módulos híbridos de apoyo eléctrico para reducir al máximo las emisiones emitidas.

Ya es clara su necesidad

La nueva era de los coches eléctricos 2.0 ya está aquí, a la vuelta de la esquina. La necesidad de crear un mundo más sostenible es cada vez más imperante y ya nadie duda de ello. Es por eso que muchos ya están sopesando comprar un coche eléctrico de cara al nuevo año 2020.