Carreteras de paneles solares: ¿Una realidad?

Carreteras de paneles solares: ¿Una realidad?

Decenas de países cuentan ya con todo tipo de avanzadas leyes que no solamente permiten el uso de los paneles solares, sino que lo prolifera y lo potencia. Mientras en España en este ámbito seguimos teniendo como base una legislación arcaica, poco sostenible y que no ayuda a la proliferación de los paneles solares ni siquiera en las viviendas, en otros países ya han probado distintas aplicaciones a través de iniciativas políticas que han ido acordando y haciendo realidad sus propios gobiernos e instituciones.

Sin ir más lejos, hace escasos días se dieron a conocer las intenciones del gobierno chino para dar un giro radical a su sistema de carreteras y empezar a ponerle un control estricto a sus desproporcionados niveles de contaminación. ¿Cómo pretende hacer esto el gigante asiático? Apostando por la instalación de paneles solares recubriendo las carreteras del país. Esto fomentará, a priori, la compra de muchos más coches eléctricos, ya que la idea es que estos coches puedan recargar sus baterías a la vez que circulan por estas vías fabricadas con paneles solares.

No es ciencia ficción. Las empresas Pavenergy y Qilu ya están haciendo pruebas...Y parece que, de momento, la apuesta parece que está dotada de bases sólidas para comenzar a darle forma. Sin lugar a dudas, una apuesta que, de convertirse finalmente en realidad, supondría una revolución total tanto en el ámbito de la movilidad como en el de las energías renovables.

¿Cómo serán estas carreteras de paneles solares?

Estas empresas chinas están haciendo distintas pruebas pero siempre con la idea de construir carreteras forradas con estos paneles o placas solares que estarán hechas con un sofisticado y resistente tipo de plástico, clave en el proyecto, que podría asegurar un nivel de fricción y dotar de un agarre máximo a los neumáticos similar o igual al del asfalto tradicional.

¿Qué ventajas traerían estas carreteras con paneles?

Solución al problema de las baterías

China ve clave dominar el mercado de los coches eléctricos como base para dominar el mercado de las energías renovables. Una estrategia que puede pasar por eliminar el principal problema de los coches eléctricos: la carga de la batería.

Si se cuenta con una extensa red de vías de paneles solares, estos coches podrían eliminar prácticamente sus estacionamientos para cargar de energía la batería. Pasarían a ser un vehículo muy económico y práctico. Y, por supuesto, esto permitiría un país mucho más sostenible.

Rentable para la economía del país

Esto, lejos de que pueda parecer una inversión desproporcionada, puede tener una amortización a 15 o 20 años y, a partir de ahí, generar energía gratuita para el bien del propio país. Sin embargo, el asfalto, que a corto plazo es mucho más barato, necesita de continuas reparaciones y/o reconstrucciones.

Aprovechamiento de espacio

La instalación de estas carreteras construidas con paneles solares permitiría aprovechar el propio espacio que ya se utiliza para que transiten coches, permitiendo que los paneles no tengan que ser instalados en campos, montes y otros lugares estratégicos.

¿Sólo China apoya esta iniciativa?

No. Existen muchos más países que ya se han subido al carro. Algunos, de forma muy clara, como Francia, con algunas de las grandes empresas constructoras de carreteras haciendo estudios en el mismo sentido. Una de ellas, Colas, ya ha desarrollado 25 vías solares en sus experimentos. También incluyendo estacionamientos de carga. Otras potencias mundiales que han hecho estudios de cara al futuro son Canadá, Japón o Estados Unidos.

¿Y en España?

En España, de momento, el panorama no parece muy alentador. Las prioridades parecen ser otras y lejos parece el vislumbrar un horizonte de una apuesta clara por las energías renovables y, más concretamente, por los paneles solares. El denominado Impuesto al Sol lejos de ayudar, ha frenado su consumo por parte de particulares en las distintas viviendas, casas y edificios del país.

Sin embargo, algunos Ayuntamientos como el de Sabadell (instalación de equipamiento municipal con placas solares) sí han hecho sus pequeñas iniciativas, las que pueden marcar el futuro. Dentro de lo que la Ley permite hasta ahora, claro. Poco más se puede hacer de momento, mientras no se den medidas que de verdad inciten a personas y empresas a construir otro sistema en el que primen las renovables y, por ende, un país más sostenible en este ámbito.

Hace escasamente un mes saltó la noticia de que los algunos activistas de Greenpeace habían puesto pancartas con los lemas "No al impuesto al sol" o "El sol es de todos" denunciando así la actual legislación y la falta de instalaciones fotovoltaicas en edificios oficiales, algo que consideran fundamental para dar ejemplo al resto de la población. Pero también para ahorrar. Y es que se calcula que con el montaje de estos paneles solares en los distintos Ministerios se podría ahorrar entre 25-30 millones de euros en 25 años. Imaginemos esto trasladado a 48 millones de personas. Un ahorro energético y permitiendo, a su vez, un país más limpio, más saludable, más sostenible.