Hacia el horizonte de la energía solar

Hacia el horizonte de la energía solar

Tal y como hemos hablado anteriormente, el mercado de la energía solar sufrió una grave deceleración económica a partir del año 2012. Lejos de presentar un modelo de desarrollo viable y estable, en España se apostó por un pico de inversión desde los años 2007-2008 con su posterior pico negativo. Este modelo con fases de aceleración y deceleración ha sido muy negativo para las empresas que han querido apostar por un crecimiento progresivo del mercado solar.

Sin embargo, la terrible legislación española ha traído consecuencias inesperadas. Ya que, a razón de la bajada en el número de instalaciones anuales, tras la burbuja de los primeros años, se ha producido una gran bajada de los costes de instalación. Esto, pese a seguir vigente en su momento el denominado “impuesto al Sol”, no ha frenado a los inversores solares para apostar por esta tecnología.

Y es que, según los datos ofrecidos por la agencia UNEF, se registraron un 94% más de instalaciones fotovoltaicas en el año 2018, frente al año 2017. Sin embargo, este también se cerró con unos datos muy positivos. Por lo que, llevamos dos años consecutivos en los que se ha aumentado la inversión en tecnología solar.

Dato que solo se espera que pueda aumentar, ya que este pasado año hemos podido ver como, por fin, el gobierno ha decidido echar atrás el impuesto al Sol y abrir la puerta a que vuelva ser muy rentable la instalación de autoconsumo.

Como ya se ha podido comprobar, la mayor fuente de inversión solar se ha visto en las instalaciones para el autoconsumo, cerca del 90% del total de instalaciones registradas en 2018. Dato sorprendente ya que el autoconsumo ha permanecido penalizado con elevados impuestos durante los últimos años.

La viabilidad actual de las instalaciones fotovoltaicas

Durante gran parte del último ejercicio se ha mantenido el impuesto al Sol, siendo este finalmente anulado en octubre. Sin embargo, nos encontramos que, pese a ello, se han desarrollado instalaciones solares nuevas en nuestro país con un impacto total de 261,7 MW.

Un dato bastante sorprendente, aunque el hecho de que los costes para crear una nueva instalación fotovoltaicas se hayan reducido cerca de un 80% en la última década y que el gobierno central europeo apueste e impulse esta tecnología, seguramente, hayan ayudado a aumentar esta cifra.

Tras la abolición de las estrictas normativas que penalizaban a la energía solar se puede prever un aumento evidente en la inversión solar. Y aunque, el modelo final que regirá tanto los campos de cultivo solar como las instalaciones de autoconsumo no será presentado hasta mayo de este año, la UNEF prevé un aumento considerable en la potencia nueva instalada durante el 2019 y años posteriores. Así sostiene que podemos esperar un aumento para situar la cifra de nueva potencia solar instalada en valores entre 300 MW hasta los 400 MW, durante este primer año.

Además, añade que para que España pueda cumplir con los compromisos ecológicos y de sostenibilidad que mantiene con la Unión Europea deberá instalar un mínimo de 3.000 MW de nuevas instalaciones. Donde la mayoría de las instalaciones, no serán en este caso para el autoconsumo, ya que empiezan a aparecer nuevos nichos de mercado con una proyección mucho más interesante en un futuro. Casos como las nuevas instalaciones ajenas a la red, preparadas para abastecer las necesidades agrícolas ayudando a funciones como el regadío.

Aun así, estamos muy lejos de alcanzar la inversión realizada por otros países de la Unión Europea como pueden ser Alemania o Países Bajos. Países que, aunque reciben menos energía lumínica que España, representan la mayoría de la inversión europea. La cual ha contado con 8.500 MW de energía fotovoltaica nueva en 2018, donde España representa apenas el 3% del total. Pero, el país que más ha destacado ha sido China con un despliegue de más de 44.000 MW nuevos.

El modelo de negocio en China

Las peculiares características demográficas chinas han obligado al país a buscar nuevos métodos, más efectivos y económicos, para abastecer de energía a la enorme población con la que cuentan. Así podemos ver avances sorprendentes dentro de la tecnología solar china, modelos como las fotovoltaicas flotantes.

Si bien la tecnología fotovoltaica flotante dio sus primeros pasos en Japón cerca del año 2007, ha evolucionado y se ha extendido con gran aceptación hasta presentar un total de 1.1 GW instalados hasta la fecha.

Con un uso muy extendido, sobre todo en zonas acuosas con pocos terrenos sólidos disponibles o ninguno. Las placas se instalan en formaciones flotantes en vez de en suelo firme, esto implica aproximadamente un 15% más de coste de inversión, pero, también supone una mejora del 15% del rendimiento. Además, mejora la calidad del agua al disminuir la evaporación de la misma y reducir la generación de algas y la salinidad. De este modo, resulta ideal para instalarse en pantanos, presas, zonas de regadío donde se presenten masas de agua, piscifactorías, etc. Siendo el mar la última frontera que se alcanzará próximamente.

España presenta una geografía óptima para aprovechar esta tecnología, tanto en regiones como Murcia como en el País Vasco. Aunque podría resultar muy beneficioso en casi todas las regiones, ya que contamos con una gran cantidad de costas y zonas inundadas, zonas de regadío muy habituales en el sureste del país y también una elevada cantidad de embalses y presas que podrían aprovecharse para generar energía solar al tiempo que mejoramos la calidad del agua que bebemos.

España tiene tanto potencial para la energía solar, y en concreto para las placas fotovoltaicas flotantes que ya tenemos una empresa que está desarrollando sorprendentes modelos flotantes. Stansol Energy ha presentado sus propios modelos de placas fotovoltaicas flotantes recientemente con unos resultados muy prometedores. Esta empresa, ubicada en el País Vasco, ha dado un paso adelante, que el resto de inversores debería apoyar e imitar en la búsqueda de un futuro más limpio y ecológico.

All comments

Leave a Reply