Las energías renovables, un futuro cada día más cercano

Llevamos un tiempo viendo y trabajando la posibilidad de cubrir las necesidades energéticas de las viviendas de una manera limpia y ecológica. No hace tantos años, aún usábamos métodos calefactores como el carbón para calentar circuitos de vapor y agua. Fue en los años 60 cuando empezamos ver los primeros sistemas basados en el gas natural, y hemos podido ver como la tecnología nos permitía acercarnos paso a paso hasta estar cerca de abrazar sistemas de autoabastecimiento eléctrico y calorífico.

Durante los últimos 20 años se ha trabajado intensamente en el avance de la tecnología de las placas solares para que pasaran de ser una teoría interesante a ser un sistema efectivo de abastecimiento eléctrico. Pero vamos a ir paso a paso, veamos primero qué diferencias hay entre el autoabastecimiento y el abastecimiento mediante empresas gas-eléctricas.

Lo más habitual en la mayoría de hogares es contratar el abastecimiento de la luz (y posiblemente el gas natural) con una empresa comercializadora de energías. De este modo tendremos que tener una instalación que permita a dichas empresas transportar la electricidad o el gas hasta nuestros hogares. La famosa acometida de los suministros. Pero esto implica vernos vinculados a una compleja infraestructura, que por supuesto nos veremos obligados a pagar.

La alternativa es el auto abastecimiento, con el cual podremos generar la suficiente energía como para cubrir las necesidades del hogar. Idealmente con energías limpias y renovables como la solar o la eólica. Siendo España un país con una alta exposición a la luz solar (tanto en el número de horas, como en la intensidad de la misma) podríamos suponer que sería una inversión muy rentable, y así era.

Y es que al darse dos tipos de instalaciones autosuficientes llegaron los problemas. Aunque para entender la problemática, antes habría que diferenciar los dos tipos de autoconsumo:

- Por un lado, encontramos instalaciones totalmente independientes de la red eléctrica, en las que es habitual encontrar baterías que almacenen la electricidad los periodos en los que la instalación no pueda generarla.

- Y por el otro encontraremos las instalaciones en las que se mantiene una conexión con la red eléctrica como respaldo para los momentos que no se genere electricidad en nuestras instalaciones.

¿Qué es el impuesto al Sol?

En el año 2015, el 9 de octubre se aprobó el famoso “Impuesto al Sol”, llamado así al gravar y penalizar en cierto modo las viviendas e instalaciones que hiciesen uso (o pensasen instalar) placas solares. En resumidas cuentas, y entre otras medidas, se activó un “peaje” a pagar para todos aquellos usuarios de placas solares que se mantuvieran conectados a la red eléctrica nacional. Dicho de otro modo, era un pago en concepto del coste de mantenimiento y otros servicios de la red eléctrica. Por supuesto esta nueva tasa era la manera ideal para que las empresas comercializadoras y productoras de energía pudieran seguir ingresando dinero a costa de usuarios que se generaban su propia energía.

Al mismo tiempo, se convertía en una inversión con baja rentabilidad por los nuevos costes y tasas y se desalentaba el asumir dicho riesgo al instalar una energía limpia y renovable.

Además, para aquellos usuarios que decidieran aislarse completamente de la red eléctrica nacional instalando baterías para acumular la electricidad, también se aplicaron nuevos cargos por el almacenaje y posterior uso.

Un antes y un después

Y de este modo, una nueva tecnología que se estaba desarrollando rápidamente y que prometía revolucionar el mundo de la energía se estancó de pronto. Tanto por las trabas legales que suponía, así como por sus elevados costes, muchos usuarios vieron como su plan para autoabastecerse se torcía. A mayores, muchas personas, que habían realizado una fuerte inversión económica para poder adaptar su vivienda a la tecnología fotovoltaica, veían de pronto como su inversión se convertía en poco viable. Sin muchas esperanzas de recuperar la inversión a corto o medio plazo.

Además, quedo expresamente prohibido que varias viviendas pudieran extraer la energía de una misma instalación eléctrica. De este modo se negaba la posibilidad de instalar placas solares comunitarias en los bloques de edificios.

La ley quedó establecida así sin que ningún gobierno tuviera interés en mejorar las condiciones para el auto consumo ni por las energías renovables. Y aunque esta medida fue ampliamente criticada por la sociedad, no se vio ningún movimiento para modificarla de manera alguna.

El futuro de la energía limpia, de la electricidad ecológica y renovable se enturbiaba, y el entusiasmo por desarrollar una tecnología futurista y enfocada hacia las personas empezó a desaparecer rápidamente.

La derogación del “impuesto al Sol”

Sin mucho aviso previo el 5 de octubre del 2018 salió adelante el Real Decreto-ley 15/2018, en el que comprobábamos con interés y sorpresa como se derogaba el infame impuesto al sol.

De este modo comprobábamos como el autoconsumo volvía a ser una opción viable, pero no solo en las instalaciones propias. Se aprobaba también el uso de instalaciones de autoconsumo comunitario. Incluso se permitía que dichas instalaciones no estuvieran en el mismo edificio, si no que podrían estar cerca, abriendo de este modo todo un nuevo mundo de posibilidades para generar nuestra propia electricidad sin depender de las grandes comercializadoras.

Además, un aspecto muy importante a tener en cuenta en el futuro es el importe de las sanciones económicas. Y es que, en medio de este tornado político por el que está pasando el país, nadie sabe si habrá grandes cambios en este tipo de leyes. Sin embargo, han sentado una base muy importante a la hora de legislar con más sentido común. Un ejemplo muy claro es que con la anterior ley se podía sancionar con hasta 60.000.000€, y ahora las sanciones no podrán exceder el 10% de la factura anual. Con lo que nos aportan una mayor seguridad a la hora de valorar la inversión en placas solares.

Sin duda unos primeros pasos muy importantes hacia el futuro de las energías renovables.