Placas solares para mejorar los cultivos: ¿En qué consiste esta propuesta?

Placas solares para mejorar los cultivos: ¿En qué consiste esta propuesta?

Una propuesta muy interesante que se ha desarrollado por investigadores de la Universidad de California. Consiste, básicamente, en en cambiar el vidrio o plástico de los invernaderos por placas solares, algo que se puede lograr gracias a un nuevo material que se añade en forma de capa y que incorpora y proporciona a la estructura las deseadas células solares. Y no solamente se podría utilizar para la mejoría en la productividad de los cultivos agrícolas, sino también que podrían convertirse en centrales productoras de electricidad, ya que existiría bastante excedente, especialmente en primavera y verano.

¿Qué problema había hasta ahora? Que las alternativas que se habían probado no funcionaban, más allá de las placas solares comunes y que son opacas, por lo que no se podía aplicar en invernaderos de cultivos agrícolas. Por eso, la investigación se centró en crear células solares transparentes o, en su defecto, semitransparentes, como ha sido el caso.

¿En qué consiste este proyecto con placas solares para cultivos?

Los investigadores de la Universidad de California presentaron un nuevo tipo de células solares orgánicas semitransparentes, lo que permite pasar una mayor cantidad de luz a través de ellas. Es cierto que, al no ser totalmente transparentes, de momento estarían ideadas solamente para zonas de elevadas temperaturas y muchas horas de sol. Además, por supuesto, está el componente de tratarse de materiales orgánicos, a partir de carbono, en lugar de los convencionales.

Durante el proceso, se hizo un descubrimiento importante. Se pudo comprobar que una sustancia química (pero natural) llamada L-Glutation conseguía prolongar la vida útil de las células solares y no en vano, ya que también se comprobó que mejoraba la eficiencia sin restringir la entrada de luz.

Lo sorprendente es que, al observar los resultados de cultivos como la soja, el trigo o el brócoli se dieron cuenta de que, comparando con los resultados que ofrecen los invernaderos clásicos, los cultivos con placas solares eran mucho más productivos, tanto en cantidad de cultivo como en fortaleza y dimensiones de las plantas. Y los cultivos se desarrollaron en la misma zona y en las mismas condiciones. Se cree que esto se debe a que la capa de L-Glutation bloquea los rayos ultravioleta que pueden afectar al crecimiento de las plantas y los infrarrojos que produzcan calentamiento. De esta manera, estas células solares orgánicas actúan de forma selectiva, dejando entrar solamente lo que resulte positivo en el crecimiento de las plantas y los frutos.

El principal problema a solucionar antes de que salgan al mercado

Para que sea una propuesta realmente atractiva hasta el punto de convertirse en toda una revolución para el sector agrícola es que, para ambos objetivos, tanto para producir electricidad como una instalación fotovoltaica normal y para poder mejorar la eficiencia de los cultivos a largo plazo, es indispensable mejorar la estabilidad que han mostrado estas células solares orgánicas, que no tardan mucho en comenzar su proceso de degradación, perdiendo efectividad con el tiempo. Pero desde la Universidad de California se muestran optimistas y ya barajan varias vías para solucionar ese problema. Si se incrementa la estabilidad del producto, no cabe duda que supondrá un avance impresionante, y no solamente para la agricultura.

Como para no mostrar optimismo. Y es que la investigación ha resultado tremendamente fructífera en muy poco tiempo, por lo que ya se comienza a vislumbrar la posibilidad de que este tipo de invernaderos (incluso los de menores dimensiones en un futuro) puedan convertirse en plantas para producir electricidad. ¿El adiós definitivo a los techos de plástico o de vidrio convencionales en cultivos? Es muy posible.